30.10.09

Poema de Eduardo Espósito


Tabula Rasa

........................Job 2:11

Todo consuelo está lleno
de lugares comunes
Erramos de manera estrepitosa
zeppelines de piedra
salvavidas de estaño (parecemos)
hundiendo a quien amamos
en la profundidad gelatinosa
......................... de un sofisma
que ni a nosotros convence
Zarza ardiente que quema
......................... al mensajero
La simple desventura agigantada
por un presunto empacho
sabiduría angélica
de parches y remiendos
Así se fue la Plath
.................... envuelta en gases
así partió Alejandra empastillada
para escapar de tanto bien
El poema hecho astillas
desde entonces
el empujón final a una piedad
.........................con sobrepeso.

© Eduardo Espósito

Poema de Liliana León Trujillo


Morir
Es un arte, como cualquier otra cosa.
Yo lo hago excepcionalmente bien.
(Sylvia Plath)


“Cadáver”

Estoy hablando, haciendo gestos
Sonrío, pestañeo con suavidad,
abanicando mis pupilas atentas.

Estoy masticando, tragando,
Mostrando ganas, intensiones.
Busco algo en la cartera,
-no sé qué- pero busco.

Estoy en silencio, sentada.
Dura muy poco el reposo.
Me paro y empiezo a andar
hasta que tropiezo con una pared.
Podría seguir pero eso significaría
trepar por ella.

Estoy con un grito atascado
en la garganta, no sale,
no quiere librarse de mí.
Es más poderoso estar dentro
para causarme este terror al silencio.
Estoy muerta pero cualquiera
podría jurar que estoy viva.

Soy un cadáver que habla,
gesticula, ríe, pestañea,
que busca lo imposible dentro
de una cartera.
Que casi camina por las paredes.
Que no puede librarse de un grito
hecho parásito en su garganta.

© L. León Trujillo

Poema de Graciela Maturo



V. Agua de azogue


..........................a Hanna Houskowá

Agua sinuosa y verde del Vildava
lenta, sombría, luminosa, sola.
Agua de azogue, densa de misterios,
detenida en la negra madera de los molinos.

Miro tus cisnes irreales sobre el mercurio
tembloroso de lluvia.
Tus cisnes negros, blancos,
custodiando el secreto silencioso del tiempo.

Agua majestuosa del Vildava
cruzada de puentes, de peregrinos.
Puente Carlos, lugar sagrado,
templo a la intemperie.

Volveré a esta ciudad que está en mi vida
para encontrar la llave,
las puertas del castillo.

© Graciela Maturo

Poemas de Cristina Berbari


SONIDO AL ESTE – LATIDO DEL OESTE



La luna llena
su elevación inicia:
hostia en la noche.




No logro leer,
en enjambre van signos
tras esa nube.

© Cristina Berbari

Poema de Natalia Carám


Nadiezhda

Imprescindible
la aguda pisada
arrastrando
las nieves del destierro.

Hundidos los párpados clandestinos
en el parapeto de los signos
y el amor fluyendo por los huecos
de la oscura complexión del metal.

Los cimientos implotan
aras derruidos
girando sobre el frío
de la tempestad mundana.

Y ella,
prolongando el astro encarnado.

© Natalia Carám

28.10.09

Poema de Amadeo Gravino


miro las nubes
sobre las casas/
miro las nubes
sobre la fuente/
miro las nubes

juegan las hadas
en los canteros
bajo la luna

en los rincones
chillan los grillos

en esta orilla
(orilla eterna)
todos sentimos
que Dios nos habla

suenan milongas
en los rincones

juegan las hadas

© Amadeo Gravino

Poema de Lorena Dugo Sanna


EL MAR QUE LLEVO ADENTRO

Rompen
las olas de sangre
en las venas de mi barco.

Tu ausencia
-en escondrijos-

mutila
el paisaje
el destino que habitamos
en la trama del tiempo.

La luz
cómplice de la sombra
como un as de filo

despelleja
el sol de la cama en celo
y los abrazos como puentes infinitos.

Muero y re- muero
en el obeso territorio de tu ausencia

arañando
los espejos

a los que no volveremos.

© Lorena Dugo Sanna

Poema de Salo Pasik


Quién soy
detrás de los espejos.
A quién ve mi mirada
cuando miro
con los ojos inundados de luz
y de silencio.
Dónde queda mi cuerpo
cuando viajo hacia lo profundo del misterio
y ya no hay miedo.
Qué soy cuando soy solo y sólo soy.

© Salo Pasik

Poema de Nora Alicia Perusin


ALTRI TEMPI

..........................a mi papá

las hormigas recorren el camino del veneno,
en las fogatas de san juan arden los despojos
dónde está mi hermano vestido para el combate
mi hermana atrapada en el equilibrio del palo de escoba

mi padre poda racimos
y la parra
chorrea orugas y babosas
echadas en la sal

dónde está el buzón con olor a madera sucia,
dónde quedó mi vestido de dipiur,
el solerito a rayas.

mi madre cocina
el color del limonero el color de las lajas
mi hermano vestido de fajina
el tallo fino del cuerpo de mi hermana
el comedor de techo de vidrio y la cocina

en las fogatas de san juan se queman los despojos
otros tiempos se diluyen
en el espesor de las noches
en las cortinas abrazadas a la pared

© Nora Alicia Perusin

Poema de Lidia Vinciguerra


(Si alargara su brazo mi madre
en este instante.
Si pudiera salir de la irreverente raigambre que la cubre
para llegar a este cuerpo de huérfana.
Si de algún modo ese pecho nacido para mí
calmara la medida de mis bordes secos
hebras de sangre que se niegan a sucumbir en cicatrices desnudas.
Si apareciera para tocarme el dolor
para creer acaso que no duele tanto.
Si alcanzara su brazo mi madre
y mi padre
y los padres de mis padres,
no invocaría la desdichada estela de muerte.
Ni a esta soledad de cigarras
que asola su regular resistencia
sobre siete cartas a punto de escritura (coronadas de noche)
potencia de cuenco
cerrado a la plegaria.

Siete cartas escribo en el cuerpo
del desasosiego.
Escribo siete cartas: son palabras inacabadas
y me intimo a desclavar la piedad.
La piedad
péndulo del madero.)

© Lidia Vinciguerra

Poema de Rosa Lía Cuello


ESTA MUJER

Esta mujer que aúlla
en los silencios de tus lunas
recorre los espacios de tu tiempo
para ahuyentar ausencias.
Mide caricias en las cenizas
que perecen en tus manos
pasajeras de otro juego.
Esta mujer que aúlla
en los pliegues de tu cuerpo
se desliza hacia la sal
de las especies
en la savia ancestral
de sus ayeres.

© Rosa Lía Cuello

Poema de Marta Zabaleta



Mishina Rogera

...........Para tu gata Aldolza, Ri.

El canto de una culebra viperina
Enroscada en la fuente y bebiendo de su cola
Un aguaviva intrascendente ... y sola
Un quebracho herido de colores que con hachas agoniza su sonrisa escarlata
El sol y la tormenta y el incendio y el huracán y la suerte
Tal vez un diamante sobre un diente
Una mesura en un plano transparente
Y una gata perruna
Nos fuimos a bailar como una
Hormiga
Que pasa su vida intrascendente
Peregrinando
Por las alcoba mismas de mujeres serpientes
Fuego
Panal y yerba vieja
Bronca, sudor sin pan y mas allá, la inundación
Ese puente temblando en el suburbio
Este canario muerto en un rincón,
Potrilla del herrero, barrio y pampa,
Pompeya y mas allé la inundacion
Me ahogan los suspiros de la gente
Comprando ya para la Christmas
Tantas niñas drogadas en busca de agarrar más penes
De un colmillo sediento
De un bolsillo mugriento
De un pañuelo grasiento
De un mendigo harapiento
Una medusa translúcida
Impecúnea
Transparente
Mutilada
Corpórea
y claramente, sola.
Bailar
Jugar
Rondar
A las estatuas rotas
A caerse en la fuente
A mirar a los perros cuando cogitan
A los padres cuando humillan
A los amantes cuando mienten
A los colegas cuando espúrean
A los asesinos cuando suplican ‘cumplía órdenes’
A los políticos cuando pierden
A los asesinos cuando matan
A los torturadores cuando duermen
A los vencidos cuando sigilan en sus cuentos.
A los maridos cuando roncan
A los amigos cuando lloran
Arrastrarse y dormir, sabor a viento.

Bailando, huir sobre agitadas olas
Revivir las penas del mañana
Dormirse bien caliente
Estirádose entre frazadas de nenúfares
Asfixiada de corales y frases buenas
Adulcorada como si fuera toda
Entera de bambalinas, toda
Estera cual si no fuera
Otra la noche en las acequias
Y sí un vendaval de penas sin primores
Y sacudirse, pasear entero al estero
Con la pata de mi tero.
Calidez del viento huracanado
Muerto en la sopa
del jardín de las lilas
mientras yo jugaba atentamente
Con doce ratones blancos.
Que a falta de otras ensaimadas
Buenas eran las de mi madre imaginada.
¿O no
Vale?.


© Marta Zabaleta

Poema de Juan Sagardía



Ojos de pradera joven
hoy no tengo tréboles
que me brinden
la suerte
de poder amarte.

No puedo adivinar
el sonido tu nombre,
disimulo quietamente
el no estar aquí.

Prefiero estar ciego
y no tener corazón,
para no estremecerme
al verte a ti
con otro amor.

© Juan Sagardía

Poema de Migdalia Mansilla


Girar

ser noria
árbol abrasado por el fuego
de los dioses
Moisés separando las aguas
bulla eterna en el viento
palabras que son eco en el espacio
donde mora el sonido de las voces
que las pronunciaron alguna vez

tener por tren las alas de las águilas
una pupila en la frente
que encuentre arriba
más allá de las nubes
el origen de la vida / presintiendo quizás
que fue allí donde se escribió el génesis

huir de la merced de los pájaros muertos
llevar sobre los hombros la leña
del hogar encendido
donde espera el hombre que prometió la vida
y en la caricia de mis manos agradecidas
descubrir
que no tenía rostro


© Migdalia B. Mansilla R.

Poema de David Rosario Sorbille


MEDITACIÓN

Desde este recóndito lugar
acostumbrado a jugar con palabras,
me pregunto por la verdad
ante este avance de la nada.

La nada de la materia
se asemeja a un universo sin estrellas,
un mar con su oleaje detenido,
un reloj perdido en el desierto.

La nada también se parece
a este mundo indiferente,
que vacila entre la locura
y la ambición sin remedio.

Pero, meditando por lo bajo
en una frase sin estridencias,
siento que al pensar en estas cosas
entiendo un poco más a Sartre.

© David Rosario Sorbille

Poema de Mirta Sod


Sobre el aire negro se acomoda la luna
aletea su pesada osamenta
en su giro cosmico.

Curiosa placa nocturna
esclava del universo
¿quién estampó en tus genes
.. la orden eterna?

Huye a otros cielos
elige en qué orbita
te apagarás sin prisa.

© Mirta Sod

27.10.09

Poema de Carina Paz


...........“… fue la piedra que asiló tu amor”
..................................María Inés Ure


Sin más registro que la geometría de esta celda difusa donde habito
intento descifrar el peso exacto del silencio
en esta ceremonia de extinguirse lentamente
gramo a gramo entre la fiebre y el hastío
como un ritual de abismo confinado al espacio de mi pulso
de cielo sin horas ni bandera
de dolor sin patria.

¿Cuántas páginas en blanco para esta herida de nacer,
cuánta laceración en la carne que asedia
cuántos denarios para sanear lo que en la llaga ni la sangre revela?
Infinita en mi noche absoluta procuro en carbonilla de exterminio
delinear el mapa de mis ojos en duelo
bajo un alud de antorchas
que a pura traición desnudan la luz de mi código furtivo.

Nada es lo que parece. Día a día un pétalo muere
Y uno oficia de narcótico ungüento para esa piedra que abrazará su muerte.
Todo sucede al filo de un recuerdo
y a veces Dios se abstiene.

© Carina Paz

Poema de Horacio Laitano


Sospechas

No estoy aquí.
Ya lo sabía.
Sospechaba de mí
desde hace un tiempo.
Un extraño temblor
me desvía la mirada
hacia puntos oscuros
y lejanos.
No sé aún
si es temor o desconfianza.
Pero apenas me observan
me incomodo.
Empiezo a repasar
cada una de mis cosas
Las prendas de vestir
y los muebles de la casa.
No consigo saber
si ya he salido
o si estoy por regresar
al mismo sitio.

© Horacio Laitano

Poema de Ana Guillot



............................ a Flor (una de mis hijas)
............................ a Isabella (mi nueva nieta)


nido como si dijera residencia
o cauce o temporalidad
ir mansa sumergiendo
la carne y su dialéctica
en la espesura frágil
del agua
nido como si dijera
atravesar la tarde vertebrada
entre el polen y el trébol
verde o pleamar o brillo
de cristal azaroso
en el líquido que va y va
que ondea la lisura
pájara o contemporánea o madre
de la hija que lleva
el río entre las piernas
sangre o lucidez que va a nacer
agüita de manantial
protectora
la hija de la hija está
todavía latiendo
el idilio
que teje con el vientre
nido o constelación o canto
del agua de la hija
que se deja tomar
y espera

la tarde se hace breve en el encaje
como si dijera
encajar la cabeza
mollera o alivio o simplemente estar
en el murmullo acuático
de hembras paridoras
pájara o reverberación o hueco
cantando la ligera
soltura de la carne
alma o licuación femenina o verdescencia
entre-mujer soltando
las telas de la especie

© Ana Guillot
(Foto enviada por la autora del poema)

Poema de María Teresa Andruetto


Sueño americano

Sobre el camino, personajes solitarios
instalados del otro lado del muerto ventanal,
vieron Vietnam, vieron Corea, Afganistán.
Presente perpetuo sacudido por el vértigo
de las autopistas y el desarraigo. Cierta
improvisación también, como una zapada
entre amigos, emerge y arrastra los lugares
comunes. No hay futuro ni tradición, salvo
aquellas Hojas de Hierba. Todo se funda
a cada instante y coloca en el centro
del mundo su deseo animal
de destrucción.


© María Teresa Andruetto

Poema de Edgardo Gugliermetti


para despertar la noche

algo sucedido “hace un año en Marienbad”

lentes negros medias negras
anonimato pupilas que no ceden

hace un año nevaba era de noche
caminaba con un pavo real en la cadera

la hamacaban franchutes marineros

© Edgardo Gugliermetti

Poema de Analía Pinto



cuando los dedos de la noche insaciable
tocan a la puerta de mi pelo
bullen detrás sus manos ígneas
los húmeros visten su soledad
y la rosa cruel de los vientos
vence el labio con que alguna vez toqué
el pliegue más cercano del cielo

cuando los dedos de la noche se sacian
pegan la vuelta por mis caderas
y se alejan —como un amante—
en un silbo lento

© Analía Pinto

Poema de Patricia Ortiz


Si bastara

Si bastara con cerrar los ojos
e invocar al sueño
para flotar sobre la ciudad descalza
lejos de las horas enmohecidas
y la acechante realidad.

Si bastara simplemente con desearlo
no estaría encarnada tras las rejas del insomnio
espantando pensamientos,
anhelando un descuido del destino


© PATRICIA ORTIZ

Poema de Carlos Kuraiem


Anahí

Atormentada hoja

Un día
.... se encuentra
otro
.... se desconoce
en la grieta
.............. de
.................. la
..................... noche
queda calma
.................. y
.................... escucha

Manda la raíz
unida a su misterio

© Carlos Kuraiem

Poema de Clara Del Carmen Guillén



MIENTRAS LLUEVE TU AUSENCIA

............................ Llueve.
Es loa matinal que invade los sentidos.
Borra huellas de pasos mas guarda sensaciones
que bajan con sus aguas a recorrer
la calma de los cuerpos que dormitan ungidos
con un arrullo suave
de cabeza a los pies de la memoria.
La como amante se desliza
juguetea en tu rostro
la memoria del tiempo su caída.
Bajo espesa cortina mientras la lluvia cae
................. te asomas al recuerdo.
Y su erotismo crece al invadirme
En comunión el agua
........ y mi cuerpo sediento de tus manos.
¡ Qué desciendan las gotas !
las absorba mi piel
Que saldrá de las sábanas
....................... a colmar esta sed
a robar la humedad del universo
mientras llueve tu ausencia.

© Clara Del Carmen Guillén

Poema de Cecilia Ortiz


Arena de abril

Un mandato del destino
..........te extiende más allá de mis manos
mientras la tempestad
..........es la fuerza que abre tu cárcel.
Mi garganta espera el soplo de esta fugaz osadía.
Contemplo la quietud de siglos que guarda tu morada.
Una soledad antigua pasa por el día.
Confunde todos mis sentidos.
El tiempo es un recuerdo
....................de ansias postergadas.
Tibia arena de abril
..........a solas contigo rescato destellos.
Chispazo de un sueño oculto en mis entrañas.
Los dedos a retenerte no alcanzan
.....................sólo encierran tu nostalgia.
Nuestro sino es a veces el mismo.
Lo presiento.
Tu carruaje y el mío
.......... ruedan por estériles suelos de otros mundos.
Mareas idénticas al duelo sin lágrimas
demoradas aún cubren mi rostro con escarcha.

Temo la llegada del viento
que me aleja de vos y de la herida
........................... - a la hora del agua-
Límite de nuestro encuentro.
La penumbra del aire pesa en la carne marchita.
(Casi al borde del alma)
Abrazada a vos me siento viva.
..........Llego al otro lado de la pena.
Mas mi signo me reclama.
Soy mar de mares en absurda tierra.
..........Río pasando con peregrinas ansias.
Pájaro que se alza sobre una prisión en llamas.

Musito un adiós
que resiente la dureza de los huesos.
Te llevo en mis brazos .... duplicada en la piel.

© Cecilia Ortiz

24.10.09

Poema de Alfredo Lemon



TRAPECISTAS

Arácnidos acróbatas en efímero equilibrio:
una baraja es la tijera de Dios.

Y el vaivén de la vida,
hecha de retazos
.................... y existencia.


© ALFREDO LEMON

Poema de Isabel Krisch


CADA VEZ

Cada vez que me interno
me repliego en hondura
y me desdoblo en mil yo

/en mil unidades de asombro/

Cada vez que me interno
me repliego en hondura
y busco mi latitud

/ese núcleo inexplorado todavía/

Cada vez que me interno
me abro al universo

© Isabel Krisch

Poema de Fernando Trejo



En estos diez minutos
próximos a lamentarme de tu cuello
..................... de tus partes más sensibles
no podré soportar ni el peso de mis uñas
Y es que estar acostado
no puede
-ni ser impredecible-
un mirón de azotea
a ti .. niña .. incalculable

©
Fernando Trejo

Poema de Erika Martínez Rodríguez



IDEAS ABSURDAS

Versos no pensados
frases a destiempo.
Ideas absurdas
que se dispersan.
¿Quién dijo que las palabras
se las lleva el viento?
A veces retumban en la mente
como un tambor.


©Erika Martínez Rodríguez

Poema de Juan Carlos Rodríguez


Anochecer derrotado

Seguramente faltó saber
que anduvimos largo tiempo
sobre la superficie leve de las cosas,
y no nos tomamos en serio,
porque nos seducía la risa,
nos atravesaba el champán.
Hagamos este ejercicio de inquietud.
Vayamos a ese mágico espacio
donde todo tiene su consecuencia.
Hablemos de episodios reales,
contemos nuestras derrotas.
Entremos a ese paraíso
donde reina el temblor de tu muslo
donde se declara derrotado el anochecer
sabiendo que luego hay noche para rato.

© Juan Carlos Rodríguez

Poema de María Fischinger


Oscilando

Por minúsculas fisuras inadvertidas
el contenido del alma se nos fuga,
quedando vacía desolada y hueca,
ausente la inspiración y la esperanza.
Inexorablemente los eventos se acumulan
rellenando el espacio de recuerdos,
de pronto el alma de experiencias está llena.
Así en el vaivén de la marea de esta vida
es su constante oscilar de circunstancias
vacíos a momento estamos,
para después estar enteramente llenos.


© Maria Fischinger
(Foto enviada por la autora)

23.10.09

Poema de Eugenio Polisky



agujero

hubo un ,agujero
un ,hueco en lo continuo en la expectativa lógica del hilo
un ,quiebre en la evanescencia de la palabra tiempo
algo que martilló inevitable la permanencia del ,paréntesis
(sin forzar
sin prepararlo)
como una estaca en la cólera del canto

hubo un ,agujero
un ,cráter
el ,bostezo del ,abismo en la intemperie
una ,garganta en la impavidez del viaje
el resplandor espanto de pedir que algo (si es) ocurra

lo imposible se asoma en ese caminar acuático de alas
en ese brillo de ,incisión de la locura

hay voracidad en el ,agujero
en el silencio del guijarro
.......... y se relame el ,blanco sin recuerdos


© Eugenio Polisky

Poema de Rodrigo Illescas



Domador


Que se detenga el temporal, pide el hombre
esa jaula repleta de leones en su memoria,
que se detenga ha dicho.
La cabeza en medio de la tempestad
.........pide clemencia,
lleva consigo un cuerpo de otro cuerpo,
parece un domador con miedo;
pide limosna en un vaso,
y quien pasa deja caer gotas de sangre,
pide limosna, y no eso:
el vacío que se tiende entre el sueño y la memoria.
Que se detenga, pide el hombre,
el rugido salvaje de las bestias
por miedo,
por gusto,
porque sí,
el león que se detenga,
que se detenga ha dicho
el corazón:
de pedir y reclamar y que se escuche.
Parece no acabar nunca
este aullido desde adentro.
Que se detenga al domador, pide el hombre
que ya no haga sonar el látigo contra su corazón,
o que la soledad devuelva el golpe.


© Rodrigo Illescas

Poema de Marina Tapia Pérez


MOTIVOS

................(Sobre el arte)

II

En medio de mis días aparece
un trazo o un color
que cobra vida
capaz de caminar y de latir
hora tras hora
dentro de mis párpados.
Yo sólo soy un burdo cincel que lo retoca,
una segueta, acaso, que corta alguna rama,
y allí sobre la tela: blanco huerto
observa su camino entre la luz.

Y como si él ya fuese mayor en unos días
me alejo de su ardor, tomo distancia,
lo expongo a la intemperie de otros ojos

los vuestros

© Marina Tapia Pérez

Poema de Pablo Mora


Era azul

Era azul como el sueño de la tarde
mariposa vegetal engalanando
la fosforescencia de los cocuyos y los grillos

Al lado de los troncos los bejucos
y las cumbres de las flores
coronando las canas de los árboles
dialogando con cielo azul marino

Una pompa de jabón me devolvió la infancia
y pendiente de mi sueño
me conseguí con el centro del mundo
que sólo conocen los dioses por ahora

Cuando de todo esto no quede sino polvo
la osamenta de la ciudad se la llevarán
las quebradas en sus aguas turbulentas moribundas
en busca de otras galaxias subterráneas celestes
submarinas

Acumulemos sueños y verdades
porque al final no importan tanto las sombras
como las luces del camino

Y dirán los montes los ríos las cascadas
las veredas la luna el sol y las estrellas
Sólo quedó la forma de su huida

Porque toda piedra alguna vez fue estrella


© Pablo Mora



Poema de Susana Giraudo


Mi madre era enorme,
ciertamente.
Con su cordón de plata,
la crucecita al cuello
y las manos doloridas
en aquel tendedero.

Desde mi,
callada y quieta,
............. la miraba.
Yo, todo el vestido abierto
y almizclado de rosas,
esperando a ese hombre
que lejos
......... me llevara.


© Susana Giraudo

Poema de Osvaldo Norberto Lázaro


PODER SER

Relámpagos se duermen bajo mis soles
la piedad de tu amor, se pierde y me miro
en la letanía inmediata,
en el color prospero del silencio.

Tus manos adoradas se mecen en aureolas
que depositan semillas en mi cuerpo
me nazco descontinuado
me vivo en la tormenta ajena
me rescato de la infamia del cuerpo
y por un momento me miento
me trago el carozo negro de la manzana
y voy a tu luz, a tu sombra, a tu tiniebla,
para despertar Ángeles
me convierto en alba,
para entrar en la descomposición
de la vida que me espera
licuando mi locura,
me sigo

© Osvaldo Norberto Lázaro