27.4.11

Poema de Edna Pozzi



La gente del sur no es feliz, madre.
¿Bailaban entre las rosas
y cántaros de aceite
mientras la llaga de una sonrisa
caía en los excrementos
o pensaban en las plumas de los cisnes
cuando es agosto
y frío y lluvia se deshacen contra los balcones de la noche?

Oh, es tan necesaria la muerte
aquí en el sur
para construir tumbas parejas y lavadas
donde los tristes hablen sus cosas
y sueñen con puentes de bruma
y hogueras, uno a uno los huesos amarillos
en procesión sobre un campo de flores
como yo los he visto, madre
y entonces no había estación
para llevarte entre guirnaldas
morena y frágil como una paloma de carbón
y proclamarte gloriosamente nuestra,
una estampilla de memoración
una salva de cañonazos al amanecer
una madre con el fusil atado a los muslos
y un bastón de roble sublevando los muertos.

Insistes en hablar
con la gente del sur.
Tienes la cara como una lágrima fría
Y los curvos picotean tus manos
Restos de banderas y tambores.
Oh, madre,
déjalos que duerman en el olvido.

© Edna Pozzi

Poema de Daniel Montoly



ODA A UN POETA JOVEN

el joven apátrida, naufrago insular
con un bolero en los ojos
desembarcó
en la Metrópolis:
istmo de veinte mil leguas
entre El Caribe
y Grecia.
con la isla al trote
naufragándole
en los hombros
hablaba
de la poesía,
como
de una viuda, achacosa
y vieja.
lo veía en los bares
y cafetines
en Sullivan Avenue
toreando
minotauros
y sirenas promiscuas.
al vaivén
entre Ulises y Caronte.
en Julio del 1997
de acuerdo
a las malas lenguas
cogió una balsa
de retorno
a Itaca
y en la blancas olas
de su adorada
Ítaca, cavó su sepultura.

© Daniel Montoly

Poema de Laura Massolo


LA LUNA

Lo curioso es que se nos haya desprendido
que flote
que haya preferido ese abandono

A nosotros nos gusta porque está vacía y en silencio
porque podemos usarla para un montón de cosas y se mantiene imperturbable
porque es comodín de los paisajes y aparece en cualquier página montada sobre un río sobre un cerro detrás de los árboles o a través de una ventana

Pero los diarios informan a qué hora sale y a qué hora se pone y lo ignoramos para leer otras noticias

Lo curioso es que se haya ido de la tierra
y que se quede ahí
reafirmando que carece de conciencia
que no tome distancia de abusos y adjetivos
que se traslade
ajena y lenta
como si aquella voluntad propia de soltarse hubiera resultado suficiente para quedar a salvo de los enamorados
por ejemplo
de los poetas
por ejemplo
de los folcloristas de los brujos de Beethoven y de Amstrong
y de los meteorólogos
como para no morir de aburrimiento mientras decimos y decimos que brilla y es plateada en vez de concebir que le han prestado luz
para no sentirse hastiada harta empalagada saturada de que la gastemos con nuestra convicción de pertenencia
para que no la inquiete en absoluto nada de lo que decimos

Nos gusta porque cambia
porque llena finita o escondida permite fantasías múltiples como lobizones rituales profecías lluvias o embarazos
Incluso nacimientos
Hasta cálculos con las mareas
Porque hasta los sapos le cantan
(y quien no la incluya en un poema o estribillo no parece humano ni sensible)
Todo el mundo le canta
Todo el mundo le adiciona fases períodos metáforas ocasiones trances y poderes
Aseguran que influye que ilumina que seduce que cautiva que guarda los secretos
Es más
en algunas osadías literarias la hemos escuchado conversar o presentarse en un momento culminante

Hay quienes la ocupan figuradamente para estar distraídos (la de Valencia dicen)
Eso sí
en sentido literal fue visitada cuarenta años atrás
y resultó tan fría y desolada que no volvimos nunca

De modo que la dejamos así
que permanezca
colgada
pacífica
indiferente a las visitas
que la vuelvan un lugar común ya que no puede ser lugar para la vida
que la vuelvan tema de poesía ya que no sirve para más
ni para nada
que la designen elemento de consumo ya que hablar y mirarla es lindo y gratis por ahora
que siga asomada en todas partes porque total es inocua y adaptable
y que a los malhumorados los tilden de lunáticos y alguna otra paradoja


Pero lo curioso es ese tema de la fuga
esa decisión inteligente

esa libertad

eso
de ser un fragmento separado

algo diferente
lejano
invulnerable
desierto
sereno
puro

a resguardo del hombre

© Laura Massolo

Poema de Patricia Díaz Bialet


LA ALFORJA

...........al hombre manta de silencio


por supuesto ahora tengo mi colchón de pecados
mi estrago de sexo
mi opulento manjar de hombre que pierna a pierna crea bocas donde antes había sólo piel
de pato

por supuesto ahora gozo de gripes comunes
de espasmo a dúo
de rociado vientre húmedo
y entonces todo lo demás cobra la dimensión de una pulga
un miligramo de droga inofensiva

ahora mido mi paso en zarpazo de pez aletargado
mi codo es sinónimo de goce en sí mismo
y casi no bebo de nadie más en días de lluvia

© Patricia Díaz Bialet

Poema de Sebastián Barrasa


ESPERANTES

a través de la ventana se ve la lluvia en la avenida
las ruedas de los autos resbalando en el brillo del asfalto
la vereda de enfrente salpicada
las gotas que golpean sobre un toldo

bajo el toldo se ve un hombre
se ve un reloj que es mirado cada cinco minutos por el hombre
y un cuello de piloto azul marino que se ajusta porque tiene frío

a través de la ventana, los ojos que miran, pueden ver la angustia de ese hombre
pueden ver su espera
pueden ver la esperanza que se nubla en el reloj

a través de la ventana de los ojos que miran
se ve el reflejo de una cara
y en la cara pueden verse los ojos
y en los ojos puede verse la lluvia
y en la lluvia de la vereda de enfrente
los ojos secos ven al hombre
al hombre que ahora mira la ventana
y que mira al que mira a través de la ventana
sus ojos lo miran a los ojos
y le dicen que él está ahí
y que seguirá ahí
y que el reloj debe estar equivocado
que la lluvia no moja
que la princesa llegará en cualquier momento


el hombre que mira no entiende cómo es que el otro no entiende

entonces
el reloj de la ventana se detiene
las ruedas de los autos no giran
las gotas se paralizan en un chapoteo sin ruido

el vidrio se empaña en el aliento
y en el reflejo se ven las dos pantallas blancas
y se proyectan todos los momentos de su vida
sus lluvias
sus toldos
sus ellas
sus esperas

en los ojos del reflejo
..................... ahora llueve

la mano del hombre que mira quita el velo
pero el hombre que esperaba bajo el toldo ya se ha ido
en su lugar quedan un centenar de dudas
¿ella habrá llegado?
¿él se habrá cansado de esperarla?
¿esperaba realmente a alguien ese hombre?
¿tuvieron razón las razones del tiempo?

misteriosamente
debajo del toldo se ha formado un charco
y el hombre que aún mira a través de la ventana
no sabe si es salado

© Sebastián Barrasa

Poema de Norma Segades



Demanda de los sueños.


Te reclamo mi amor.
......... Te exijo el fuego,
los sueños, .. el asombro, .. la esperanza,
ese vitral de claros horizontes
garabateando luces quejumbrosas
en los huecos del alba,
ese jacinto azul,
....... ebrio de besos,
espigando rocíos milenarios
para multiplicarse en los azogues
de mi savia enlunada,
ese rito de ojivas
......... donde el ángel
derramaba su cuenco de ternura
sobre las pieles lacias.
Te nombraste custodio, .. centinela,
guardián y cancerbero
rondando la pureza de sus tapias.
Debes rendirme cuenta de su fuga,
agobiado de horarios, .. de disfraces,
de tanta desmemoria cotidiana.
Debes dar testimonio carcelero,
debes decirme ahora, .. de inmediato,
si lloraba en las tardes,
....... cuando el viento
apaisaba su enhebro de jazmines
al pie de tus murallas,
si lo herían las voces del silencio
- las voces del silencio ¡son tan agrias! -,
si trizaba los pétalos del miedo
enarbolando látigos de garzas,
si observaste en sus ojos las ausencias
antes que cercenara los barrotes
con dientes de cristal fosforescentes
y el filo,
..... amordazado,
..... de su rabia.
Te pido las señales,
..... los presagios
de su huida en la noche, .. hacia la nada,
el número de todas sus vigilias,
de cada hora baldía en que el olvido
abismaba en la sal de cada lágrima...
Te intimo a que me digas
.....en qué instante
se deshojó la puerta a sus espaldas.

© Norma Segades

Poema de María Julia Druille




..... Como en el cine mudo
..... (a Felisberto Hernández)


tiempo del deseo
un tiempo inexplicable
no sé bien
qué retazo de sueño
florece en el desayuno
y combina
un concierto de piano
con Proust en la infancia
el sabor recuperado
de lo perdido
y oler el sol de la mañana
con el olfato de los seis años
ahora que estoy echando los hombros
sobre la tarde
ahora que se me adhiere
al polvo un cabello blanco
Y EL ALMA SE ME HA PUESTO
TAN CALLADA Y SERIA
COMO EN EL CINE MUDO

© María Julia Druille

Poema de María Laura Coppié


Justo en el blanco

Cierto.
La sombra turbia
te recorre.
Cierra las ventanas
y echa llave a tres puertas.
Pura soledad.
Oscura.
Muda.
Titila el brillo sepulcral
de nuestros ojos.
No insistas.

Ya no te creo.

© María Laura Coppié

Poema de Máximo Ballester


Leda y el cisne de Miguel Ángel

En una pared del café se encuentra la reproducción

Leda y el cisne de Miguel Ángel.
La pared de enfrente está cubierta por un espejo enorme.
En el espejo se refleja Leda y el cisne, una mesa,
dos sillas y dos señoras que acaban de sentarse.
Las señoras lucen demasiado vestidas con respecto a Leda.
El cisne se parece mucho a una de ellas.
El cuadro se altera cuando ingresa el mozo. Se ve de espaldas
en el espejo y pasa a cubrir las partes más expuestas de Leda.

© Máximo Ballester

Poema de María Eugenia Caseiro



razones

sobre la muerte súbita de los hallazgos
casi un monumento la palabra
viste de mármol o de sombras;
el privilegio en su sazón se pierde.
allí no existe
........ la auténtica modestia
rebuzna la gramática
......... con arpegio extraño.
vana es la razón que pasa
como el mudo conteo de las horas.

© María Eugenia Caseiro

Poema de Mónica López Bordón


EL PRÓXIMO DÍA

................A Carilda Oliver Labra

..Me tocaste el corazón
..con la ternura de tus labios
..envuelta en el lirio puro del llanto.

..Aquella tarde las nubes giraban
..en vertiginosos heliotropos,
..sueños sin astros
..remando a la orilla de un equilibrio
..inexistente en la rueda del encuentro.

..Dimos un salto
..en las sílabas, los encuentros, los fragmentos,
..la esperanza, el tiempo...

Preguntaste por el vuelo desordenado
de la fortuna y sin darme cuenta,
te hablé de la memoria, de la nieve,
del sol, de la estación de tren,
del verano, de las tardes en la casa
leyendo a Carilda y a Lorca,
de las citas que olvidamos,
del árbol secreto, de nuestras cartas,
de los próximos versos, ciegos y lúcidos
que quedarán escritos en la garganta blanca
de la Tierra.

© Mónica López Bordón

26.4.11

Poema de Leonardo Martínez


LA HERIDA AZUL DE LA MEMORIA

Grita el zorro en el lindero

Las barbas sedientas del verano
se humedecen de relinchos
y sube el recuerdo
los peldaños de la aurora
hasta el tiempo
en que los vientos rizaban en las cumbres
las hierbas de la vida
y los animales
hablaban un lenguaje secreto y olvidado

Grita el zorro en la mañana
dormida de rocío
Y cuando la campana
tañe en el añil del cielo
un hechizo se urde
fragante a hierbabuena
a menta a tomillo
y nos conduce al cóndor
que cierne un poderío de altas nubes
y luego al puma
zarpazo de oro de la sierra
y al halcón al cuervo
y a los pájaros humildes
y a las rapiñas del gato y la comadreja
que orinan en la noche fulgor de luna
y al juego del aire en el sauzal
y a la casa
donde la muerte esconde en policromías
su dulzor de sombras

No tengas miedo
amigo
el grito del zorro en el lindero
es el grito postrero del verano

© Leonardo Martínez

Poema de Graciela Maturo


.........-Amor, he vuelto con la primavera,
para hablarte en el aire luciente de la mañana.
He querido volver a la casa del fuego,
a la estación de los trenes fantasmas,
al cerro de retamas y violetas.

Desde estos ojos nuevos de mar abierto
he vuelto para verte.
He vuelto para cantar otra vez en el anochecer
y en las celestes madrugadas
cuando la luna barre suavemente los cerros húmedos.

He vuelto para abrir un libro amado
donde juntos hemos encerrado flores vivas
que perfuman tus manos.
Para decirte que nada ha muerto
que la música sigue colmando los espacios
con el rugido fiel de la belleza.

Amor, he vuelto para que comprendas
que un amor más poderoso que el nuestro
nos envuelve en su aliento puro de eternidad
y nos lava del tiempo .
Escúchame amor mío,
escucha el canto nuevo.

© Graciela Maturo

Poema de Irene Gruss


EL AIRE MUEVE LAS HOJAS
DE UN CUADERNO


“Las pequeñas palabras que quiebran
el pensamiento y lo dispersan, no
expresan nada. ‘Sobre la vida, sobre
la muerte, sobre Mrs. Ramsay’ -no, pensó,
no se puede decir nada de esto a nadie-.”

Virginia Woolf



MOVIMIENTO

Una mujer sola frente al mar
es más majestuosa que él.
Puede pasar una gaviota
augurando la muerte
o puede caer el sol humedeciendo
las lonas de las carpas
hasta apagarlas,
pero una mujer
frente al mar
mece su soledad como una dueña
y no se estremece.
La luz
del mar tiene la importancia
y el movimiento de su ánimo, de su alma.
El viento suena alrededor
de la mujer
y la despierta:
ahora se trata de la playa sin luz, una mujer,
el sol caído, el sonido del mar,
carpas levantadas,
el viento que lo da vuelta
todo.

© Irene Gruss

Carta de Leonardo Gastón Herrmann


Carta Novena

Soy tu recuerdo.
Ángeles dormidos soñando a los viajeros.
Soy ese famélico apóstol de la ausencia.
Hijos de la tierra arrastran los cadáveres
de sus sombras.
Me he cruzado con mi vejez,
con ese niño prisionero del charco.

© Leonardo Gastón Herrmann

Poema de Julia del Prado


Disipemos la luz

Disipemos la luz
a las cuatro de la tarde
hora del té
en mi casa de azahares
y jazmines
donde la vida canta.

© Julia del Prado

Poema de Graciela Licciardi


Así

Alguna noche escupe un poema
Golpes secos en retóricas figuras
Surgen signos
Atestiguadas letras que emergen de una cama
Es el cuerpo de mi cuerpo

Es un pacto de hoguera

De mi mano que inscribe en otro cuerpo

Lo que es parte inexorable

Es el verbo

Y la tímida sintaxis de surgir desnuda

Así

Completamente escrita

© Graciela Licciardi

24.4.11

Poema de Hugo Mujica


HAY PERROS QUE MUEREN DE LA MUERTE DE SU AMO

Hay perros
que mueren de la muerte de su amo

cuerpos que no hacen el amor,
hacen el miedo

que no se agitan,
................. tiemblan.

Y hay hombres
en los que muere dios
como una gota de lacre
sobre el pecho
...... de un torso de mármol,

son los que lloran cuando creen
estar hablando,
o gritan soñando, pero al alba
olvidan el grito
con que encendieron la noche.

Hay hombres en los que gime dios
por no encontrar un hombre
............. donde morir de carne,

pero no llora como quien lo hace
solo,
llora como quien llora abrazado a un niño.

© Hugo Mujica

Poema de Elena Cabrejas



LAS PLAZAS DE ENTONCES

Y las plazas de entonces
heredadas de tiempos más felices
permanecían impávidas y tristes
grises como el otoño que flotaba en el aire
con el sol como única bandera liberada
y el espantado vuelo de los pájaros
atisbando las cárceles secretas
entre infranqueables muros
y el macizo silencio que aplastaba las calles.

Y los chicos de entonces
hamacaban su infancia
si sospechar siquiera
que eran también ciudadanos del exilio
de este país absurdo y desolado
avasallado como el canto de sus hombres
replegado en los rincones del espanto
cruzado por fusiles
sospechado
en las plazas de entonces.

Entonces urdíamos poemas
que !Dios cómo dolían!
hechos de voces y llantos que arañaban
el centro del recuerdo
hechos de amores y costumbres
de fiebres y de miedo
multitudes de versos echados a volar
con sus aullidos desgarrantes
en las plazas de entonces.

© Elena Cabrejas

Poema de Rubén Derlis


No llegues nunca a meta alguna: mantente en el camino.
Si se diera tu arribo a donde lo quisiste porque grande fue el impulso,
con ese primer ímpetu que pusiste en tu empeño,
vuelve a partir, aunque debas desandar lo recorrido.
Adéntrate en senderos que marque nuevos objetivos.
Que tu repetición sea la interminable búsqueda
hasta consumir tu fragmento de luz en la tierra.


© Rubén Derlis

Poema de Fabiana León



Acontecido
yermo
malviviente
serás apenas
una piedra en el zapato
arrojada a la orilla
del camino.


© Fabiana León

Poema de David Rosales


PLEGARIA

No elevaré preces por ti,
..................no lo pidas.
No libaré palomas,
hojas de laurel,
listones rojos.
No gastaré palabras
que se pierdan en el soplo.
No levantaré mi llanto.
Ni siquiera arrojaré un puñado de luz
o tres gotas de olvido
o siete piedras impasibles.
Me niego a volcar savia en tus entrañas,
cincelar epitafios,
tejer coronas.
Ni siquiera probar mis nuevas alas,
detener el sonido de las tardes,
sentir el vértigo del vuelo.

Tiene sentido sitiar los manzanos,
hogueras, espinas,
sitiar por un instante los alaridos de la noche,
los truenos del camposanto,
los surcos de tus manos.

No hay lágrima que regrese la nostalgia.

© David Rosales

Poema de Gina Escobar


APIPÉ

Ya no alimenta
su vientre erizado,
ya no arrulla
con sus cánticos.

La luna que por las noches
se zambullía en sus brazos
hoy está presa en el fango
fragmentada en mil pedazos.

Las murallas de la muerte
desfloraron su hermosura,

preso de frío y de pánico

agonizó en las esclusas.

Lo buscan
inútilmente
para velarlo los pájaros.

Aguas arriba…
la muerte.
Y la muerte…
aguas abajo.


© GINA ESCOBAR

Poema de David Rosario Sorbille


UN POETA

“Si la escritura es honesta
no puede ir separada
del hombre que la ha escrito”

Tennesse Williams


En este largo camino
de imágenes dispersas,
observo el paisaje
y el entorno de mi vida.

En este largo camino
dibujo pensamientos,
en un marco de palabras
como surcos en la tierra.

En este largo camino
vuelvo sobre mis pasos,
como el trigo dorado del tiempo
en un sueño transformado en poeta.

© David Rosario Sorbille

Prosa de Elvira Alejandra Quintero


Ventana del amor perdido

II

CUANDO me has amado, encuentro en el espejo el rostro que siempre he querido tener, hermoso como un sol de primavera, vital y fresco como las madrugadas de la infancia.
Cuando me has amado llegan a mi alma los poemas que siempre he querido escribir, y brotan las palabras como de un cántaro que había estado oculto.
Cuando me has amado me invade el deseo repentino de beber vino, y el impulso de caminar libre bajo el infinito del cielo, como su igual.

Mas después, cuando te has ido, y ya sola vuelvo a mi mundo sin ti, me preguntan mis amigas qué ha ocurrido en mi mirada, que dice cosas que no dice mi voz.
Y sólo yo sé que es porque me has amado. Y que es tu amor el que llena minuciosamente de vida mi vida.

© Elvira Alejandra Quintero

Poema de Cristian Gentile


Cuando te traigo a la mente...

Es tu voz la que atardece en mis manos.
Es la poesía de tus ojos la que me envuelve.
Son los relojes de tu mundo los que se llevan mi tiempo
y siento el cielo confundirse en mis pies.
Si hasta se oyen tus labios besando la almohada
y no me importa que la noche nos quede tan cerca.
Cuando te traigo a la mente
es el temor el que tiene más miedos
y soy el poema que no termina
escrito una mañana a la luz de tu sombra.
Es que busco un lugar en la tierra
para fundirme en tu melodía.
A veces la mente piensa demasiado
y soy un ave que se transforma en aire
y siento la frialdad que corrompe las paredes
y humedece los segundos.
Se compara con algún silencio
esgrimido a viva voz.
y en medio de nosotros
solo hay un cielo de seda
aguardando el ocaso.

© Cristian Gentile

23.4.11

Poema de Irene Marks


LA MADRE DEL DILUVIO

Y en sueños se apareció nuevamente la Mujer Negra.
No se escuchó su voz, sólo su latido inmóvil
delante de todos los micrófonos del mundo,
donde ella hizo vibrar el sonido de su cuerpo,
el sagrado silencio de la serpiente.
Y la respiración de su carne fue el aliento del Mundo,
donde los círculos de astros se abrían
en la Gran Flor con pétalos de fuego.
Hacia ríos y océanos,
al ritmo cadencioso de las caderas de la Luna,
Y el Viento-Sol furioso, Sombra Resplandeciente,
levantó las polleras de la espuma.
Del mar surgía entonces el remolino de los pájaros
mientras la Mujer Negra
daba a luz a sus hijos de la carne y el aire.
Serpiente en la tormenta,
la Madre Paridora de los hombres con alas
sobre los labios anchos de la Tierra.
Y era su gozo una palpitación de llamaradas.
Y era su fuego Lluvia.
Y azul relucía su carne en el silencio.
Madre Negra de Luz,
tu cuerpo
respiración del día sin fronteras.

© Irene Marks

Poema de Francisco X. Fernández Naval



-ÚLTIMO AUTOBÚS A MALAHADI-

brilla la noche
en las escamas de luz de las calles
y del río. Respira, teje
su sueño la noche, pero mi corazón
aguarda. No hay más ilusión
que la que nos nace de dentro,
más destino que el latido
encendido, más aire que el atardecer
que respiro.

El autobús traspasa las sombras
confiado en la rutina de lo cotidiano.
Cruza la ciudad transportando
esperanzas. La noche cierra los ojos
pero brilla, no me despide,
me busca en el reflejo de la ventana
con sus ojos de amar.
Va el autobús, atravesando la noche
y mi corazón, dividido, pero en calma,
aguarda.

© Francisco X. Fernández Naval

Poema de Cecilia Glanzmann


MEDITACIÓN

Esta mañana el mar está plateado
ni gris ni azul aún,
plateado y calmo
...aparentemente calmo...

Desde el tejido abierto de las nubes
bajan por las escaleras del sol
los rayos misioneros de la Vida.

Dios hila la Armonía en toda dimensión
para todo lo Creado.

El hombre siente y piensa,
el hombre siente y presiente
- humilde y sabio-
y obra hacia el Todo.
Es un Hacedor.

Pero obra también para él mismo
y arpones y residuos vulneran
vulneran, vulneran
la armonía posible,
el paraíso posible.

Algunos hombres y mujeres

meditan

como los que hoy están en este golfo manso
y en otros tantos sitios del planeta

y alaban al Señor con la acción
....................... con la palabra
....................... con el silencio que hermana.

Y Dios continúa hilando la Armonía
con el Hombre
con el Mundo
en el infinito Hacer.


© Cecilia Glanzmann

Poema de César Cantoni



EN EL DÍA DE SAN PATRICIO

En el Día de San Patricio,
mientras bebo con los hermanos irlandeses
que habitan este suelo –mujeres y hombres
convocados por el patrono de la isla–,
y brindo en honor de los poetas caídos
en las cruzadas de liberación,
empezando por el bravo Pádraig Pearse,
yo te declaro mi guerra sin cuartel y para siempre,
Inglaterra.

© César Cantoni

Poema de Cristina Ramb



CONJURO

“Puente de agua que me une a tu pecho
adiós que duele en el lado claro de los ojos”
Mónica Palavecino

Como viscosos caracoles
caminado por el reverso de mis costillas
la tristeza me invade.
Celebro conjuros
convoco a las hadas.
Me coloco miguitas de pan
en los ojos
pero siguen húmedos.
Hasta la música
me provoca llagas en la espalda.
Voy a meterme en el sueño
........... voy a volarme lejos
con tus poemas, claro
hasta lavar el miedo
.................. hasta recuperar el alma.

© Cristina Ramb

Poema de Claudio Simiz


El ciclo de la vida

“La felicidad, ja, ja, ja, ja…”
Ramón Ortega

Uno comienza nada,
Va soñándose algo,
Va creyéndose alguien,
Va entendiéndose nadie,
Va asumiéndose nada.


© Claudio Simiz

Poema de Xenia Mora



PALABRAS DE OLVIDO

Con el lenguaje callado de la tarde
un haz de sombra
latiguea el gemido del verso
y va orillando la noche
contraseña de tristeza.

En la vereda de mi casa
con luces de neón
despoja su secreto
en desnudez la rosa
y delira a carne viva
el azote del frío
con aguijones
de olvido.

© Xenia Mora Rucabado

Poema de Claudia Ainchil


ESOS DIAS

¿Cuál es el argumento
la brisa provocadora que batalla en uno mismo
la característica del hecho encadenado
como duraciones en un círculo
o en varias órbitas ajenas a nuestra voluntad?
¿Dónde se entrelaza lo habitual
esa ausencia de interrupción
intriga de crepúsculos y urgencias
presagio de fragmentos?
¿Cómo surgen moldes, extrañezas clandestinas
sin discernimiento
o riesgos de caras sometidas
remolcando tras de si cruces heredadas?
¿Cuándo se enderezarán crónicas
vapores embriagados, fermentación y destierro?
esos días en donde el mal humor supura
como bilis ardiente
y todo desconcierta hasta la luz del día.

© Claudia Ainchil

22.4.11

Poema de María Del Mar Estrella


ORACION A LA JUSTICIA

Señora de ojos vendados, ten piedad de nosotros

líbranos de los que dicen ser humanos
pero comercian con tu espíritu,
de los soberbios y fanáticos
y los corteses usureros.
Defiéndenos de aquellos que pisotean tu inocencia
y humillan tu dignidad.
Protégenos de los racistas cerebrales,los judas fariseos
los políticos que nunca se descalzan.
Líbranos, señora,de los falsos profetas pasados,presentes y futuros.
Escucha nuestro clamor, danos la fuerza
para alzar tu estandarte en los desiertos
y no nos dejes caer.

Concédenos la pasión de la entrega.


Ahora y en la hora de la muerte

así sea!

© MARIA DEL MAR ESTRELLA